habrá triunfado quien se purifique


Bella composición en farsi de esta aleya coránica.
Qaq aflaha man tazaka. Habra triunfado quien se purifique

Para Tania y Marina

TANIA
DIWANI SIMPLE
TANIA
DIWANI ORNAMENTAL
MARINA
DIWANI SIMPLE

MARINA
DIWANI ORNAMENTAL

Restauran libros salvados de la quema en Bib-Rambla


Esta noticia, aunque es del año pasado os la traigo por su interés.

En la foto vemos uno de los documentos, es un Corán hallado en Cútar, único que se conserva en España. Los otros documentos tratan sobre la provincia islámica de Comares. La restauración de los tres manuscritos cuenta con una inversión de más de 40.600 euros
EFE Tres manuscritos andalusíes que fueron hallados durante las obras de reforma de una vivienda, en el interior de un muro, donde habían permanecido ocultos durante más de quinientos años, están mejorando ahora sus condiciones gracias al proceso de restauración al que están siendo sometidos.Se trata del único Corán andalusí que se conserva en España y de una recopilación miscelánea de documentos que tratan sobre la provincia islámica de Comares, que abarcaba parte de la actual comarca malagueña de la Axarquía, según ha explicado hoy Esther Cruces, directora del Archivo Histórico Provincial de Málaga, donde se conservan los manuscritos.Los expertos siguen trabajando en la datación de los documentos, aunque se supone que las tropas de los Reyes Católicos se encontraban en esa época cerca de Cútar, el municipio malagueño donde fueron hallados los manuscritos en junio de 2003.En la restauración se han hecho análisis comparativos con ejemplares del Corán de la época andalusí, "aunque en España no hay ninguno por desgracia, y están sobre todo en Londres, París, El Cairo y Marruecos", ha señalado Cruces en rueda de prensa.Pese a que en principio fueron datados en la época nazarí, ahora se cree que efectivamente el último propietario y quien los ocultó sí lo hizo en ese momento, en el siglo XV, aunque los documentos pueden ser aún más antiguos y remontarse al siglo XII o XIII.Entre los asuntos que abordan, figuran temas jurídicos, interpretaciones religiosas, elementos relacionados con la magia, herencias y contratos matrimoniales, además de la seda que se producía entonces en la zona.Según Cruces, los hechos históricos en los que se puede situar la ocultación de estos documentos son la conversión forzosa de musulmanes entre 1500 y 1501 y la quema de libros ordenada por el cardenal Cisneros en Granada en febrero de 1502."Los textos sagrados y las joyas se ocultaban con la esperanza de que la presencia cristiana sería provisional", ha afirmado la directora del Archivo Histórico.Por su parte, las restauradoras que están interviniendo en la recuperación de los documentos han explicado que a éstos les faltaba la encuadernación y el soporte y presentaban suciedad de barro y restos de arena.Además, se da la circunstancia de que la tinta azul se conseguía con azurita, un bicarbonato de cobre que, con el paso del tiempo y por la oxidación de este mineral, ha pasado a ser malaquita y se ha tornado verde, por lo que en una misma página se puede contemplar el mismo tipo de letra en ambos colores.

Poemas epigráficos de la Alhambra

No solo aleyas del Corán....también poesia.
Las paredes de la Alhambra vuelven a hablarnos en la bella lengua de la literatura nazarí de aquella época.
Los muros de la Alhambra está llenos de decoración caligráfica, escrituras cursivas y cúficas en las que no sólo podemos leer «sólo Dios es vencedor» (frase que se le adjudica a Zawi ben Zirí, fundador de la dinastía nazarí), sino poemas realizados por tres poetas de la Corte de Granada, Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393), que fueron secretarios de la cancillería real y primeros ministros. De entre ellos Ibn Zamrak es considerado como el más brillante de los poetas de la Alhambra.
Si quereis conocer las poesías que esconden los rincones de la Alhambra visitad esta página:
literatura nazarí

Las paredes de la Alhambra nos hablan

Paladines de la Cristiandad, los Reyes Católicos, no obstante, sea por regia inspiración o por sabio consejo de los humanistas de su Corte, fueron los primeros en darse cuenta de la belleza y la trascendencia histórica de la Alhambra granadina, y de las miles de inscripciones grabadas en todos y cada uno de sus rincones.
Al poco de conquistar la capital nazarí, Fernando e Isabel encomendaron a un grupo de expertos que tradujeran estas inscripciones escritas por los antiguos moradores árabes. Para ello crearon un equipo de traductores llamados Romanceadores del Cabildo que debían desentrañar aquel galimatías.
Cinco siglos después, un equipo de investigadores de la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, con el profesor Juan Castilla a la cabeza y al amparo del Patronato de La Alhambra han dado a conocer la primera parte del estudio «Corpus Epigráfico de la Alhambra» (editado en DVD), en el que se traducen, se cifran, se datan y se identifican 3.116 de las aproximadamente 10.000 inscripciones escritas en los muros del monumento.
Turistas accidentales... y occidentales
Atrás quedan quinientos años de plantarse ante las centenarias palabras árabes como un turista accidental y occidental y hacerse la más evidente de las preguntas: “¿Qué dicen estas paredes?”. Quinientos años que arrancan con los afanes e industrias del morisco granadino Alonso del Castillo, encargado por el Concejo de Granada, en 1564, de recopilar y traducir estas leyendas. También se dejaron la vista y media vida en el empeño de las inscripciones estudiosos y arabistas como Lafuente Alcántara, Emilio García Gómez y María Jesús Rubiera, entre otros muchos. Todos ellos fueron levantando el edificio que ahora el profesor Castilla y su equipo han alicatado.
La escritura epigráfica árabe además de ensalzar a gobernantes y monarcas, y mostrar reverencia a Alá, el de los cien nombres, tuvo también una importante labor ornamental, conocido como es que para los musulmanes la pintura puede ser impía. La cantidad y la calidad de las presentes en el monumento granadino lo convierte, a decir de los expertos, en «un maravilloso libro abierto». De hecho, los reyes disponían de un cuerpo de poetas dedicados exclusivamente a esta labor.
Con los granitos de arena aportados por los estudiosos a lo largo de los años se echó a andar el reloj que en estos momentos los investigadores del CSIC han puesto en hora. Para ello, evidentemente, se han beneficiado de los avances informáticos, de los más punteros instrumentos de precisión y de la tecnología en una labor que, como dice el profesor Juan Castilla, no es tanto “un descubrimiento” como “una exhaustiva labor metodológica que ha tratado de registrar todos y cada uno de los letreros. Hemos localizado, identificado, examinado, clasificado, traducido, fotografiado, medido, registrado y hasta reconstruído, una por una todas las inscripciones”. Las centenarias paredes de la Alhambra nos hablan desde hace cinco siglos. Ahora ya es posible escucharlas. Y con traducción simultánea.
Fuente: webislam

Información, venta y video demostrativo de este DVD aqui:

corpus epigráfico de la Alhambra

Baraka

Baraka- Bendición.
En este caligráma las dos segundas letras (KA) forman un arco que encierra las dos primeras. La estructura del caligráma se acoge al desdoblamiento en espejo.
Este caligráma puede admirarse en varios lugares de la arquitectura nazarí, entre otros sitios puede verse en las decoraciones murales del patio de los leones en la Alhambra.


Felicidad y prosperidad

Al Yumn wal Iqbal (Felicidad y prosperidad اليومن والإقبال ) Esta frase se repite en varios contextos de la caligrafía nazarí, en jarrones, telas y frisos. Aquí podemos verlo en el famoso jarrón de las gacelas de la Alhambra.
Todavía en el primitivo cufico cursivo andalusí, aqui podemos ver este lema también en un tejido, en este caso es un fragmento de la llamada "almohada de Leonor" conservada en el monasterio de las huelgas en Burgos.

Friso de la alfajería

Muestra temprana del cúfico trenzado.
Fragmento de una inscripción mayor que contenía algunas aleyas del Sagrado Corán.
Podemos ver como la traza geométrica se incluye a partir de la prolongación de algunas letras.
Este fragmento es parte de un friso que estaba situado en el muro sur del salón dorado de la Alfajería de Zaragoza.