Garzon en Diwani

En Diwani simple
En Diwani decorado

EL YA EN LA ESCRITURA NASKH

Hay varias clases de ya ى ; la primera es el ى redondo, cuya cabeza curvada se asemeja a la del zay ز , de 3 o 4 puntos de longitud, e interrumpida a esta distancia por una línea dirigida de izquierda a derecha, de 3 puntos de longitud (fig. 29); luego se le añade la cola de un nun ن sin cabeza (fig. 30).
La segunda es el ya ى alargado (fig. 31), que difiere del precedente por la longitud de su cola, que es de 11 puntos, formando un hueco de 3 puntos de profundidad por encima de su línea central.
La tercera es el ya invertido cuya cabeza se descompone en un paralelogramo de 2 puntos de longitud y un trazo curvo de 4 puntos; solo falta añadir un ba ب sin su cola ni su cabeza para tener el ya invertido (fig. 32).

EL WAW Y EL HA EN LA ESCRITURA NASKH



La cabeza del waw و es la del fa ف (fig. 26), y su cola tiene 5 o 6 puntos de longitud; su extremidad está a dos puntos, ó a 2 puntos y medio ó 3 de distancia de la cabeza en línea directa, según los diversos autores. Si se coloca la cabeza de un fa ف sobre la de un ra ر , se tiene un waw و . El ha ه tiene 3 puntos en su curva superior, 2 en su curva inferior y el blanco interior tiene un punto de altura (fig. 27) .



El ha inicial:

Para formar el ha inicial llamado mukahammas (pentagonal), se toma un mim م redondo coronado con un alif ا de dos puntos, y se une con la cabeza de un ra ر de tres puntos de longitud (fig. 28).

El ha medial:


El ha medial de dos orejeras se denominaba en Persia, en el siglo XIII, “oreja de elefante”.

Fuerza en thuluth




Corazón en thuluth




Mente en Thulut




Bismillah



Al Qalqasandi

Al Qalqasandi fue el autor que mas escribió de forma enciclopédica sobre el tratado caligráfico en la época clásica. Fue contemporáneo de Ibn Jaldún, en su obra mas famosa titulada “Luz matutina del débil de vista. Acerca del arte de la redacción” recopila toda la tratadista anterior, desde Ibn Muqla hasta los tratadistas egipcios contemporáneos de él.
Al Qalansandi fue mas literato y historiador que calígrafo, su enciclopedia es mas una recopilación de todos los tratadistas y la historia de la caligrafía que un tratado propio. Describe también los modos de perfeccionamiento caligráfico, vocalización, gramática y lexicología, dedicando también un apartado importante en su enciclopedia a comentar los escritos de Ibn Muqla, que eran ya muy conocidos en Egipto donde fueron copiados.
El tratado de al Qalandasi es en general prolijo y detallado, no faltando los habituales consejos sobre la elección, corte y uso de los calamos, tinta, papel, y resto del instrumental del oficio.

EL LAM EL MIM Y EL NUN EN LA ESCRITURA NASKH


Para hacer un lam ل se añade un alif ا de 5 puntos de longitud a un nun ن ; esto le da la apariencia de un anzuelo ancho (fig. 23).
La cabeza del mim م se compone de dos trazos: el primero de izquierda a derecha , de 2 puntos de largo, y el segundo, doblado sobre el primero, de 3 puntos; se añade un alif ا de 5 puntos de longitud (fig. 24).
La curva de la cola del nun ن tiene esto de particular que si se añade a la cabeza de un yim ج , el cuerpo del ن dará exactamente la curva de la cola del yim (fig. 25).

EL KAF EN LA ESCRITURA NASKH

EL KAF

El kaf llamado cúfico es el que se observa en la fig. 20; se descompone en dos líneas horizontales paralelas, de seis puntos de longitud, separadas una de otra por la distancia de un punto, terminadas y reunidas a la derecha por un dal د de cinco puntos de longitud, mientras que la línea superior se termina a la izquierda por una cabeza en forma de gancho que es exactamente la del zay ز , de 3 puntos de longitud (fig. 20). El kaf ك simple consiste en trazar un alif ا de cinco puntos de longitud sobre la cabeza de un ba ب recto; se inscribe, en la parte vacía, un pequeño kaf de forma cúfica (fig. 21). El kaf triangular consiste en coger un ha ه redondo de cinco puntos de superficie, al que se añade un alif ا inclinado 45º (fig. 22).

Ali Al Suari علي السواري


Este calígrafo saudí pertenece a las nuevas generaciones de calígrafos del mundo árabe. Fundador de el grupo árabe de caligrafía "Qatif" ha participado en varios cursos y exposiciones, tanto en Arabia Saudí como en el extrangero.
Este calígrafo, al que le gusta aprender y viajar, pretende ser uno de los continuadores del arte de la caligrafía antigua y contemporanea, por lo que pretende difundir la caligrafía de una manera cientifica y debidamente documentada.
Fascinado desde pequeño por el arte, la pintura, los misterios del arte arquitectónico y el dibujo, entró en el mundo de la caligrafía desde edad muy temprana trabajando en un taller del calígrafo Abu Jawad durante cinco años.
Sobre todo practica la escritura thuluth, aqui vemos alguna de sus obras.

fuente: aqui

EL FA Y EL QAF EN LA ESCRITURA NASKH


EL FA Y EL QAF

La cabeza del fa ف tiene tres puntos de superficie pegados unos a otros; si a la cabeza formada así, se le añade la cola del ba ب se tiene un fa ف (Fig. 18).
El qaf ق no se diferencia del fa mas que por su cola que es la del nun ن (Fig. 19).

Ibn Jaldún


Ibn Jaldún nació el 27 de mayo de 1332 y falleció el 19 de marzo de 1406, fue un famoso historiador, sociólogo, filósofo, economista, demógrafo y estadista árabe. Nació en lo que actualmente es Túnez, aunque era de origen andalusí. Su familia fue dueña de la Hacienda Torre de Doña María en la actual Dos Hermanas (Sevilla). Es considerado como uno de los fundadores de la moderna historiografía, sociología, filosofía de la historia, economía, demografía y las ciencias sociales en general. Es fundamentalmente conocido por su obra Muqaddima o Prolegómenos a su vasta Historia de los árabes, que constituye un temprano ensayo de filosofía de la historia y de sociología, disciplina esta última de la que a menudo es considerado antecesor.
El gran historiador inglés Arnold J. Toynbee ha dicho que "Ibn Jaldún concibió y formuló una filosofía de la historia que es sin duda el trabajo más grande que jamás haya sido creado por una persona en ningún tiempo y en ningún país.

Ibn Jaldún también abordó el tema de la caligrafía en su obra Muqaddima con una perspectiva muy amplia que engloba la caligrafía tanto desde el punto de vista artístico como comunicativo. Estudia la caligrafía y las artes del libro como artes en si mismas con su dimensión social y estética, recurriendo a la tratadística clásica existente, pero aportando también su punto de vista.. En la parte V de la Muqaddima es donde Ibn Jaldún dedica un capítulo especifico al arte de la caligrafía en su dimensión social y técnica con el título de “la escritura y la caligrafía pertenecen a las ciencias humanas” .
En Al Andalus y el Magreb, explica, en lugar de aprender las letras por separado, como en la caligrafía oriental clásica, se hace imitando la caligrafía de la palabra completa. El aprendizaje en cualquier caso se produce entre maestro y alumno, de seguimiento y supervisión, hasta que el alumno alcanza el grado de “versado” en el arte de la caligrafía. En su tratado hace un interesante análisis sobre el desarrollo y evolución de la caligrafía en oriente, y refiriéndose a la caligrafía andalusí destaca la época de los omeyas donde llegó a crearse una tipología caligráfica propiamente andalusí. Lamenta así mismo la perdida de la tradición tras la caída de Al Andalus, la perdida de la civilización y las ciencias y con ella la del arte caligráfico de los emigrados a Fez, que pasa a ser imperfecto y alterado con una caligrafía casi ilegible.
El capítulo dedicado en Al Muqaddima a la caligrafía se completa con un resumen del arte de la fabricación del libro, preparación de los pergaminos, papeles empleados y encuadernación, así como las artes de decorarlo.
Con motivo del VI centenario de la muerte de este gran pensador andalusí se celebró una exposición titulada “Ibn Jaldún , el mediterráneo en el siglo XIV; auge y declive de los imperios” en el real Alcázar de Sevilla de mayo a septiembre del año 2006

Leer sobre la exposición: aqui

Ibn Jaldún en wikipedia: aqui

libros sobre Ibn Jaldún: aqui y aqui

EL SAD, TA Y ´AIN EN LA ESCRITURA NASKH

La línea en arco de círculo que forma la parte alta del sad ص es de cinco puntos de longitud, y la barra horizontal inferior de seis puntos; la parte blanca en el interior de la letra es de 2 puntos y medio de longitud por un punto y cuarto de anchura. La cola de esta letra tiene la misma forma que el nun ن (fig. 13) . La cabeza del ta ط es como la del sad ص sobre la que se traza un alif ا de 5 puntos de longitud (fig. 14). La del ´ain ع es circular; el blanco esta formado por un espacio equivalente a la superficie de 8 o 9 puntos; su cola tiene la misma forma que la del yim ج (fig. 15 y 16). La forma de su cabeza recuerda la de la boca de una serpiente o de un pez (fig. 17) abierta. Rawendi compara una de sus formas a la herradura y la otra a la boca de un león.

عَلِمَ نَفْسَكَ الخطوط العربية

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EL SIN Y EL SHIN EN LA ESCRITURA NASKH

Los dientes del sin س son de dos puntos de anchura total; la parte circular de la cola tiene 4 puntos de diámetro en ambos sentidos, vertical y horizontal (fig. 9) . Esta forma circular tiene la forma de un círculo del que se habría suprimido un segmento equivalente a un cuarto del diámetro (fig. 10). El shin ش difiere de la letra precedente por el alargamiento de su cola, que se extiende hasta 10 puntos de longitud; no es mas corta que 9 e incluso puede llegar a 11 o 12 puntos (fig. 11). El hueco tiene 3 puntos de profundidad por debajo de la línea superior. Tiene el aspecto del fondo de un navío (fig. 12).

EL RA Y EL ZAY EN LA ESCRITURA NASKH

El ra ر tiene 7 puntos de longitud y su cabeza es de dos puntos; su curva es de 5 o 6 puntos, el espacio vacío entre la cabeza y la cola es de 3 puntos (fig 5).
Se parece en general a una media luna, un extremo de la cual sería grueso y el otro puntiagudo; el blanco tiene la forma de una copa; dos ر invertidos y colocados uno sobre el otro dan el dibujo de una granada. El zay ز en esta escritura, no se hace como el ر sino se indica en las figuras 6 y 7; el trazo grueso tiene 5 puntos de longitud y el perfil 3 puntos; un punto de intervalo en el espacio entre el trazo grueso y el perfil. Invertido se asemeja al pico y al cuello de una garza (fig 8).
La figura debe estar a tres puntos de altura por encima de una línea horizontal que pasa por la parte inferior del trazo grueso.

Como hacer un cálamo

Cálamo viene de quilma, es decir, ser cortado y alisado; toda madera cortada y afilada se llama cálamo, como las flechas, y en tal sentido aparece en el Corán. Un beduino, que es símbolo de pureza en el lenguaje, definía el cálamo como uno de sus dedos con las uñas afiladas.

Desde el blog de "La murga de Nito" el autor nos enseña paso a paso como fabricarnos un cálamo, si quereis verlo entrar: aqui

Un tintero

Este tintero está fabricado en Túnez o Argelia, compuesto por un recipiente de cristal para la tinta y una tapa de plata oval en la que se ha grabado el tema nazarí “La galib ila Allah” (No hay mas vencedor que Allah) . Los vacíos entre las letras de la inscripción se rellenan con un cordoncillo decorativo.

Ibn Al Sid de Badajoz

La tratadista árabe sobre la caligrafía en Al Andalus tuvo su continuidad en la obra de Ibn Al Sid de Badajoz (1052 – 1127) . En el comentario que hace en el libro de Ibn Qutayba “Adab al kuttab” , ya adopta una clasificación, atribuyéndosela a Ibn Muqla, de los secretarios o funcionarios que son los verdaderos destinatarios de su libro, incluyendo a los calígrafos, en sentido amplio, redactores de misivas, redactores de contratos, el escribano del juez y el secretario del visir o el sultán. En este punto Ibn Al Sid describe al calígrafo, o escribano en general de la siguiente manera:
El escribano debe ser copista y calígrafo, y tanto uno como otro tienen como objeto transmitir la expresión verbal representándola visualmente, para lo que necesitan realizar una letra elegante y enérgica, empleando tinta negra y de gran calidad, revisar el cálamo y hacerle un corte perfecto, establecer una buena medición previa y saber donde ubicar correctamente las pausas. El calígrafo afilara la punta del cálamo sin pasarse en el corte ni dejarle demasiada pulpa, para que su caligrafía sea mas enérgica. Del mismo modo existe una regla, por la que se advierte que no es igual la escritura con tinta midad que con tinta hibr, puesto que al escribir con hibr hay que temerse que la grasa del cálamo absorba demasiado la tinta, por lo que el copista deberá hacer en tal caso una punta oblicua, que ira mucho mejor para su caligrafía. Si el escribano, sea copista o calígrafo, se apoya sobre el filo derecho del cálamo, logrará una letra mas enérgica y mas hermosa.
Así pues Ibn Al Sid define la caligrafía como el procedimiento que permite transmitir el lenguaje por medio de la escritura siguiendo una serie de técnicas para conseguir una letra clara y hermosa. En este sentido aconseja tanto al calígrafo como al escribano el uso de una tinta sólida y de buena calidad.
Ibn Al Sid también comenta las distintas clases de calamos basándose en Ibn Muqla, y enumera hasta 21 tipos distintos de caligrafía, aunque no se ocupa de sus peculiaridades estéticas.

EL DAL EN LA ESCRITURA NASKH

La cabeza del dal tiene 5 puntos, su cola 4 y el intervalo que les separa es de 2 puntos; el blanco interior tiene la forma de un triángulo obtuso. Si de la extremidad superior de la letra, trazamos una perpendicular hacia abajo, esta línea encuentra la cola a un punto de distancia de la extremidad de la letra. Ésta tiene, por lo demás, en general, la forma de un cuarto de círculo; en efecto, Rawendi señala que si se divide el círculo en ocho sectores y se empieza a trazar la cabeza de un alif sobre el segundo sector a la izquierda y luego la cola de un ba sobre el cuarto también de la izquierda, se obtiene el dal.

EL YIM EN LA ESCRITURA NASKH

La letra ج debe encerrarse en un rectángulo cuyos lados verticales equivalen a dos alifs, de seis puntos de altura cada uno, estando a cinco puntos de distancia uno de otro; la punta inferior no debe rebasar la vertical formada por el alif de la derecha. El blanco del interior de la cabeza tiene la apariencia de un triángulo cuya base es de un punto y medio de ancho.

EL BA EN LA ESCRITURA NASKH

El ب aislado, entre los antiguos, tenía una longitud de 8 a 9 puntos e incluso 10, según Rawendi; entre los modernos solo tiene 7 puntos; su cabeza es de dos puntos de altura por encima de la línea y también su cola, pero ésta se termina en una delgada punta que tiene la forma de una lengua de escorpión. La anchura del grueso es de un punto.

EL ALIF EN LA ESCRITURA NASKH

En la escritura naskh el alif tiene cinco o seis puntos de altura; los antiguos calígrafos le calculaban seis puntos e incluso hasta 10. La cabeza de esta letra tiene la forma de una lanza sin punta; su extremidad mas ancha tiene medio punto de anchura. Los dos lados son paralelos y solo la cola se estrecha ligeramente. Rawendi compara esta letra con el hombre de pie que se mira ligeramente los pies

Los instrumentos del calígrafo. Los colores.

El color rosa se hace con cerusa de Kachgar y bermellón, siendo el peso de este último un cuarto del de la cerusa, o dicho de otro modo, en la proporción (en peso) de 1 a 4. Si el bermellón está en la proporción de la mitad de la cerusa, el color será mas vivo que el rosa, y se pasará al rojo si se aumenta más la cantidad del bermellón.
El verde esta producido por una mezcla de oropimente e índigo, estando éste en proporción de un sexto del peso del oropimente. Si quiere obtenerse el verde de los pastos, hay que poner un cuarto de índigo. Algunos, en vez de oropimente, emplean el peorí, especie de tierra amarilla que se encuentra en la India; este amarillo es mas vivo que el oropimente.
El amarillo se hace únicamente con el oropimente o el peorí.
El blanco procede de la cerusa de Kachgar, que se tritura cuidadosamente y se mezcla con un aceite preparado especialmente para los colores.
El negro es el negro del tizne del aceite de la lámpara, mezclado con el mismo aceite.
El verdín se hace con cardenillo seco, reducido a polvo fino y luego mezclado con aceite.
El verde azulado se obtiene mezclando índigo al oropimente amarillo. Para formar las variedades de verde llamadas verde de arbeja (verde oliva), verde de mung (especie de legumbre de la India, phaseolus mungo), tarbuzi (verde sandia), se mezclan en proporciones diversas, el negro del hollín, el oropimente y el índigo.
El color berenjena esta producido por una mezcla de negro de hollín y de hurmuzi (ocre marrón procedente de la isla de Hormuz, en el Golfo Pérsico).
El color almendra se hace con tierra que tiene el mismo color que la tierra de Multan.

Los instrumentos del calígrafo. El Miqatta.


Se llama miqatta a un pedazo de marfil o de hueso, plano y oblongo, sobre el que se coloca el cálamo ya tallado para cortar su punta transversalmente, ya sea en cuadrado ya sea al biés.

Los instrumentos del calígrafo. El tintero.

El tintero de porcelana o loza, es un simple cubilete, con o sin tapa del mismo material, cilíndrico o esférico, se le denomina huqqa. Cuando se acompaña de una pequeña cafetera que contiene agua para deshacer la tinta y de un tarrito que tamiza la arena azul a través de un colador, colocado en una bandeja, se denomina al conjunto taqym, en turco.
Los huqqa están contenidos a veces en una caja con tapadera adornada con miniaturas en el interior.
El tintero portátil es de metal o de cartón; se lleva colgado del cinturón, De cobre, es de fabricación árabe; de cartón barnizado, adornado con poesías , o con figuras, es de origen persa y se llama qalémdan.

Los instrumentos del calígrafo. La tinta.

La tinta mas usada en oriente es de dos clases: Una, llamada madad, se hace con el hollín del humo disuelto en miel, goma y otros ingredientes, la otra, llamada hibr, es a base de agalla y se parece, por consiguiente, a la tinta de Europa.
Las investigaciones químicas de J. Wiesner sobre la tinta de los papeles encontrados en el Fayyum, en Egipto, y que forman parte de la colección del archiduque Rénier, han probado que no hubo en oriente otra tinta mas que las dos mencionadas arriba.
Ali Efendi preconiza el empleo de la tinta a base de agalla. “La tinta, dice, no debe ser de la de hollín, sino la que se llama hibr, muy negra y brillante, para que el tiempo no la estropee; si su color y su brillo desaparecen, permanece sin embargo inmutable, como un monumento siempre presente ante los ojos de los sabios; y para que, también cuando se trate de encolar estas hojas u otras hojas, o bien si se ha derramado agua sobre ellas y estan húmedas, la escritura no se deteriore ni se borre y, por un simple contacto o frotación, el dibujo no desaparezca”.
En efecto, la tinta que se utiliza corrientemente en las administraciones de Oriente se borra con mucha facilidad, ya sea al contacto con la lengua, ya sea por el empleo de una esponjita embebida en agua, que forma parte de los útiles indispensables del escribiente.

El restaurador de Coranes


MÓNICA G.PRIETO desde Beirut
10 de diciembre de 2009.- Durante siglos, en el mundo árabe se empleó un aforismo para describir la pasión por la cultura de la civilización musulmana. 'En Egipto se escribe, en el Líbano se publica y en Irak se lee'. Hoy, la sentencia provoca nostalgia. En Egipto no se puede publicar todo lo que se desea, el Líbano no imprime como cabría esperar considerando que acoge a las principales editoriales de la región, y en Irak la simple aventura de ir a comprar un libro puede costar la vida.
Todo eso, junto a los nuevos medios audiovisuales e Internet, está minando el nivel intelectual de Oriente Próximo, la zona del mundo, junto con África, con menos afición por la lectura pese que su tasa de alfabetización sigue creciendo. De ahí que resulte excepcional encontrar un templo de la lectura como el que guarda un patio interior del barrio de Tabaris, en Beirut. Se trata de Bibliopolis, almacén de 7.000 libros antiguos y cientos de manuscritos, grabados y otras joyas que atrae a bibliófilos de toda la región, ya sea para adquirir un volumen o para sumarse a las tertulias que convoca su dueño, Antoine abi Heila, entre presas de imprenta, cartas manuscritas por Luis XVI o Charles DeGaulle, obras de la literatura clásica originales o bellísimos ejemplares del Corán.
No es un lugar frecuentado de forma masiva por el público. Bibliopolis no tiene un horario de apertura, sino que hay que contactar con su dueño para atravesar su umbral y dejarse rodear por ejemplares encuadernados en piel curtida hace décadas o siglos. Y no son muchos los que dan ese paso. "Este no es un negocio común, sino un mercado puntual. Cinco clientes importantes en un año nos pueden dejar muy contentos", incide Abi Heila, si bien aclara que muchos de sus visitantes están interesados en libros de apenas 50 euros.
Para Abi Heila, islamólogo y experto en Codicología, Bibliopolis es, más que un negocio, una pasión con la que alimentar su curiosidad y ganarse la vida, si bien admite que no es el mejor momento para dedicarse a los libros. "La civilización musulmana ha entrado en un estado comatoso que coincide con la crisis moral de las sociedades modernas", estima. "Ya no se escribe, se lee cada vez menos. Oriente Próximo se ha convertido el lugar donde, estadísticamente, menos se imprime y menos se lee. Ya no hay atracción por el libro, y al mismo tiempo estamos asfixiando nuestra riquísima lengua a base de no hacerla evolucionar. No inventamos palabras sino que incorporamos barbarismos, y conservamos la gramática con la misma complejidad de hace mil años".

Cartel de la entrada. Foto: M.GPrieto.
Este experto en el Islam aficionó a la lectura y a los libros raros con 19 años. "En mis tiempos universitarios, en París, descubrí que era más barato tener una edición antigua de cualquier libro que una edición moderna, y pensé: ¿qué otra cosa antigua podría comprar por tan poco dinero y en semejante estado de conservación?". Comenzó a invertir todos sus fondos en buscar libros antiguos que terminarían llenando cada metro cuadrado de su vivienda. Con 45 años se retiró de su trabajo representaba una empresa de piezas de recambio de automóviles- para dedicarse a su pasión, los libros raros y antiguos, los manuscritos y en especial los textos religiosos, una gran cuota de su mercado.
Fe y afición
"En Oriente Próximo se mezclan fe y afición por los textos religiosos. A los cristianos orientales les gusta recalcar su fe y de ahí que adquieran ejemplares antiguos de la Biblia como exclusivos regalos". Algo parecido ocurre con los ejemplares del Corán, los más solicitados en Bibliopolis y una verdadera pasión para él. "Mi pieza más antigua es una hoja de un Corán de hace 1000 años", se enorgullece.
Entre sus propios contactos encargados de buscar rarezas- y las subastas en las que participa, Antoine abi Heila aumenta unos fondos que incluyen libros publicados entre los siglos XVI y XX, manuscritos datados en los siglos XI y posteriores, documentos históricos, excepcionales y antiguas obras de caligrafía "considérelo la pintura islámica, dado que las figuras estuvieron prohibidas por el Islam durante siglos" y trabajos artísticos en tela o metal, como astrolabios o delicados estuches para plumas.
Su trabajo no consiste sólo en almacenarlos y venderlos, sino en restaurarlos antes de ponerlos a la venta, una labor que recae principalmente en su mujer, restauradora profesional. "Empleamos métodos tradicionales para restaurar los textos, principalmente ejemplares del Corán que llegan en mal estado". Al fin y al cabo, los coranes antiguos son los más buscados por los potentados del Golfo y también por los coleccionistas de todo el mundo. "Hay muchísima diversidad en la expresión artística del Islam dado que se expandió por un área enorme. Todas esas culturas tienen su propia caligrafía e iluminación", expone.
El restaurador junto a su colección. Foto: M.GPrieto
Premio a la excelencia
La revista del lujo internacional Bespoke ha seleccionado su establecimiento como candidato a sus premios a la excelencia de este año, un reconocimiento a este anticuario, considerado uno de los mejor formados de la región. La crisis intelectual que atraviesa Oriente Próximo no desanima a Abi Heila, que ha abierto una tienda hermana en Dubai, Folio Antiques, y sigue volando a París y Londres, además de a los países del Golfo, en busca de joyas por las que pujar. El bibliófilo recuerda cómo, hace dos décadas, todo era diferente. Los libros apasionaban a los árabes. En Irak cada casa albergaba una biblioteca que terminaría siendo malvendida durante los años del embargo internacional para poder alimentar a sus dueños. O cómo en el Líbano la guerra civil arrasó "el gran patrimonio bibliográfico que tenía este país. Cuando la vida está en peligro, los libros no son ninguna prioridad".
Pese al sustancial cambio experimentado, las nuevas tendencias de ricos se alían con su negocio. "Entre mis clientes hay ilustres analfabetos interesados en tener libros falsos, encuadernaciones bonitas sin páginas dentro para decorar sus estanterías", revela. "La cultura está de moda, y eso me beneficia". Las ganancias materiales, sin embargo, no alivian la tragedia cultural. "Los libros no son sólo una expresión del genio humano, conservan el saber y lo transmiten de generación a generación. Hace décadas no había radio ni TV, ordenadores ni CD, y el conocimiento se transmitía exclusivamente con los libros. No sé cuánto perdura un CD, pero sé que los libros duran casi para siempre".
Fuente:el mundo

Al Jat al kufi. Escritura cúfica, libro en árabe. Parte 4/4

Doc 4/4

Al Jat al kufi. Escritura cúfica, libro en árabe. Parte 3/4

Doc 3/4

Al Jat al kufi. Escritura cúfica, libro en árabe. Parte 2/4

Doc 2/4

Al Jat al kufi. Escritura cúfica, libro en árabe. Parte 1/4

Doc 1/4

Los instrumentos del calígrafo. El cálamo.


EL CÁLAMO
El qalam (calamus) es una caña que se utiliza a modo de pluma; debe ser muy duro y firme para no gastarse demasiado deprisa. La mejor clase es el qalam de Wasit que procede de las marismas de Babilonia. Se le hace enriar como el cáñamo, y se le deja en el agua hasta que su corteza haya adquirido un bello color marrón oscuro. Sus fibras deben estar bien rectas para que la hendidura también sea recta.
La punta de la izquierda se llama insi (humano) y la de la derecha wahshi (salvaje); es mejor si la primera es un poco mas tierna que la segunda. Se ha establecido como regla que en los tipos de escritura, llamados naskh, thuluth, y ruq´a, el lado wahshi debe ser el doble de ancho que el lado insi; en el diwani es lo contrario; el segundo tiene el doble de anchura que el primero. El nasta´liq se escribe con ambas puntas cortadas igual en ambos lados de la hendidura.
Ver como se fabrica un cálamo:

Los instrumentos del calígrafo. El papel.

Manuscrito médico musulmán copia del Nafīs ibn ‘Iwāḍ al-Kirmānī

ORIGEN DEL PAPÈL
La fabricación del papel con trapos de tela de lino o de cáñamo, industria originaria de China, fue introducida entre los musulmanes por unos prisioneros de guerra chinos que fueron conducidos a Samarcanda en el año 751 de nuestra era, después de la batalla de Atlakh, cerca de Talas, en el Asia Central.
Esta industria establecida así en Samarcanda, se mantuvo allí durante mucho tiempo, existían diversos tipos de papel, que se fabricaban en Samarcanda y se distribuían luego por todo el Oriente. En el S. X se estiló un papel llamado al firauni, o papel del Faraón, llamado así porque estaba destinado a hacer la competencia al papiro de Egipto, única materia entonces, aparte del pergamino, empleada para escribir.
Desde Samarcanda la fabricación del papel se extendió rápidamente a otros estados musulmanes, siendo una de las fabricas mas famosas la de Bagdad, también fue importante la fábrica de Damasco.
COLORES DEL PAPEL
Aparte del papel blanco se usaba el color violeta con letras en tinta de oro, como la carta escrita por Constantino VII al califa Abdel Rahman de España.
El color azul se usaba para el luto. En Egipto y Siria las ordenes de ejecución se escribían en papel azul.
El rojo se consideraba un color de felicidad y fiesta. El rojo claro, y sobre todo el rosa eran muy estimados. El empleo del papel rojo en la correspondencia oficial era una prerrogativa de los altos rangos y una señal especial de favor; en Siria, el virrey de damasco y el gobernador de la fortaleza de karak eran los únicos que tenían derecho a escribirse en papel rojo con su soberano del Cairo.
El color amarillo gozaba de una particular estima. El historiador de la conquista musulmana, Belad Huri, menciona antes de 892, papeles amarilleados con azafrán.
MODO DE ALISAR EL PAPEL
Antes de servirse el papel, los orientales lo pulen con el procedimiento siguiente:
Se coge una plancha de madera de castaño bien lisa sobre la que se coloca el papel, que se frota con un huevo de cristal de media libra de peso. Cuando el papel se ha frotado y alisado así, se vuelve brillante y escurridizo como un cristal. A veces se frota con jabón para hacerlo mas escurridizo.
MODO DE PAUTARLO
Se corta un pedazo de cartón delgado del tamaño de la hoja sobre la que se quiere escribir y se traza sobre ella el número de líneas que se deseen, observando la separación necesaria, luego se cubre cada una de ellas con un hilo de seda que se fija a ambos extremos de cada línea.
Preparada así esta falsilla en relieve, se coloca el cartón bajo la hoja de papel y se aprieta ligeramente encima con el dedo o simplemente paseando la manga del vestido. El hilo de seda que sobresale del cartón se imprime en el papel y de una sola vez se pautan dos paginas, una en hueco y la otra en relieve.